Este año ha sido un honor coordinar con diversas instituciones de Polonia, una selección de lo mejor que este país tiene para nuestro público. La escuela de Cine de Lodz, una de las más prestigiadas del mundo, y el Instituto de Cinematografía de Polonia, han sido parte esencial en la elaboración del programa que mostraremos durante los próximos diez días.
La larga y emocionante historia de Polonia ha contribuido a la reputación de este gran país europeo, y se ha convertido en una de las fuentes de creatividad artística más fértiles de Europa oriental.
El arte y cine de Polonia se caracteriza por su tono único y distintivo, relacionado pero a la vez distinto de lo encontrado en Europa occidental o el resto de la esfera ex-soviética, haciendo del cine polaco uno de los más influyentes sobre los cineastas contemporáneos, particularmente en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. El cine contemplativo de autores como Andrzej Wajda y Andrzej Munk; el poder psicológico de Kieslowski y Polanski, entre otros, tuvieron un gran impacto en el desarrollo del cine en la segunda mitad del siglo, influyendo sobre la Nueva Ola en Francia y el Neorealismo Italiano y cineastas como Jean-Luc Godard o Federico Fellini.
El cine polaco es un cine emotivo, complejo y con las marcas distintivas de una cultura acostumbrada a enfrentarse contra la adversidad y el horror, tan solo para sobreponerse a cada uno de estos retos con la fuerza y orgullo que definen al pueblo polaco, distinguido Invitado de Honor en este Festival Internacional de Cine Guanajuato.
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